Bienvenido a la asociación cultural Corvus Corax



Corvus Corax
nació durante el año 2002 y fue gestado por un grupo de amigos con inquietudes culturales y de ocio, englobando un trasfondo juvenil. Se trata de una asociación cultural de ámbito local, la ciudad de Motril, sin ánimo de lucro y que está inscrita en el registro de asociaciones con el número 1802/16 y con el NIF: G-18565762. El carácter de Corvus Corax personaliza los valores de convivencia y cooperación entre sus miembros, tratando los eventos organizados con seriedad, pero también con el afán de descubrir nuevos compañeros con el que compartir las aficiones. Principalmente las actividades desarrolladas por Corvus Corax tienden a relacionarse con el ocio, como son los juegos de rol (mesa y vivo), juegos de estrategia, juegos de cartas y juegos de tablero. Los esfuerzos culturales se dirigen hacia la lectura, tanto en la formación de grupos como exposiciones orales, el teatro o talleres diversos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Roban 50 metros de carretera en Cantabria

En los últimos tiempos abundan los robos de cobre, de pisos, de coches... pero, ¿de una carretera? Pues sí. Exactamente eso es lo que ha pasado en Miengo (Cantabria), que se han llevado una carretera. Literalmente y no es una broma. Y si no que se lo pregunten al alcalde, Avelino Cuartas. «Sabía que se podían robar muchas cosas, pero no una carretera. Con esto he aprendido que el asfalto también se puede sustraer», aseguraba visiblemente «mosqueado».

El tramo sustraído, en la calle Mies del Mar, a la altura del número 704, en Mogro, había sido recientemente asfaltado. Es un pequeño vial con una superficie de unos 150 metros cuadrados (50 de largo por tres de ancho) y se trata, según el regidor, de una servidumbre de acceso a la Playuca de Mogro así como a varias fincas, mantenido por el Ayuntamiento desde «tiempos inmemoriales» y habitualmente transitada por tractores y peatones.

Cuartas piensa que el singular robo se cometió el miércoles 15 o el jueves 16 de marzo. «El martes 15 fui a revisar la evolución de las obras de reparación y mantenimiento del camino y estaba todo correcto», explicó. Dos días después, llegó su asombro ante unos hechos que le han «amargado todo el fin de semana». «El viernes volví a dar un paseo y ya estaba levantado. Ha tenido ser el miércoles o el jueves, que hizo malo y llovió bastante».

El ladrón o ladrones -es necesario, apunta el alcalde, usar al menos una pala y un camión para tal fechoría- no han dejado rastro de este hecho insólito. Ni un solo resto del aglomerado en frío -mezcla empleada habitualmente en caminos rurales y accesos a fincas- levantado. Únicamente una amalgama de piedras, arcilla y tierra atestigua que algo raro ha sucedido en un paraje calificado por el alcalde «de bella factura».

Pero nadie ha visto nada (una lástima, porque ver cómo se llevan una carretera seguro que tiene que ser curioso), o no quiere decirlo. Sólo un vecino habla de un pequeño camión con una minipala el día 16. «La lástima es que pensaba que eran trabajadores de la obra y no hizo nada», se lamenta el regidor.

Los técnicos municipales y el secretario levantaron acta a primera hora de la mañana de ayer y procedieron a denunciar los hechos ante la Guardia Civil. 'Denuncia por levantamiento del pavimento del vial en Mogro', reza en el escrito presentado ante el Instituto Armado. Además, el Consistorio ha pedido a Senor, la empresa encargada de las obras, el certificado de que ya habían realizado su trabajo, para poder sostener jurídicamente lo denunciado.

«Todo lo que ha pasado es difícil de explicar. Cuando se lo he contado a mi círculo cercano y a los miembros del equipo de Gobierno, pensaban que estaba de broma. Pero no, es algo que ha sucedido realmente», afirma Cuartas, que recuerda con preocupación otro hecho delictivo sucedido en Miengo en diciembre, cuando un hombre, ya arrestado, se llevó material de cobre de un centro de transformación eléctrica y causó daños en la instalación por un valor total de unos 12.000 euros.

«Es una pataleta sin sentido de algún vecino, posiblemente, descontento con la obra», cree el alcalde. «De ser así, no entendería su actitud, porque cuando necesitan el más mínimo arreglo no dudan en avisarnos».

De momento, a la espera de que la investigación abierta aclare lo sucedido, parte de los 14.750 euros que costó la obra se han perdido. «Ya he dado la orden de que se reasfalte. Esperemos que esta vez sea la definitiva».

Fuente: ABC

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